Unos segundos de tristeza

Cometo el error de escuchar Abba, no los éxitos sino un poco de todo, caras B y eso, y me transporto mentalmente a mi casa de Inglaterra, la habitación de los juegos, donde estaba el tocadiscos. Era verde, portátil, y no hacíamos más que escuchar vez tras vez los pocos discos que teníamos, casi todos de Abba. Yo tendría 9 o 10 años.

Serán los 40 años y la maldita nostalgia, pero no puedo evitar llorar pensando en quién era yo entonces, una niña ingenua que se creía todos los cuentos que nos contaban, incluyendo el deDios y la bondad, y ahora escucho las letras inocentes de Abba, y pienso que por qué nos tuvieron que enseñar tantas mentiras. Luego te pasas la vida o desengañándote a cada paso o apuntándote tú también a las mentiras.

Me da miedo que a mi niña también le pase lo mismo. ¿Hay que enseñarles a los niños a ser buenos, para que luego venga un hijo de puta desalmado a pisotearles, o enseñarlse a ser cínicos e interesados, por su propio bien?

Joder, he quedado dentro de una hora, no puedo salir así a la calle. Creo que me voy a poner un poco de Atari Teenage Riot o algo así para animarme un poco. Tranquis, siempre funciona. Un beso, Alec Empire y cía.