:(

Cuando me aburro de componer mentalmente la tarjeta de navidad que no le voy a mandar a ÉL, no-felicitándole las fiestas, puedo deprimirme por:

a) mi curro:

El ambiente de mal rollo crece día a día, e incluso los que supuestamente nos llevamos bien nos miramos con desconfianza. Tres personas (de los "buenos") ya me han dicho aquello de "ten cuidado con tal-y-cual" (de los "buenos") y un compañero me ha dicho que el Secre del centro va a por mí a nivel personal porque le caigo mal.

b) mis suegros: ayer Allie pasó el día con ellos, y se me olvidó meter las zapatillas de andar por casa en su bolsita. Eso provocó que me llamara mi suegra para decirme que me había olvidado de "todo", que no había vestido a la niña en condiciones, y que habían tenido que salir a comprarle un jersey a la niña porque "a primera hora de la mañana hacía 4 grados". Que el resto del día haga 20º mínimo y que además no va a estar la niña en la calle, les tiene sin cuidado: hay que vestirle como si fuera a intentar la escalada a Everest por la ladera norte. Luego cuando ha ido Javi a buscarla le ha dicho que parece que a la niña le descuidamos, lo cual me ha sentado como una patada en el estómago porque pienso que es su manera de preparar el terreno para la lucha por la custodia. Pijos trepas superficiales de mierda.

Auri me ha estado intentando animar en el messenger contándome cosas sobre custodias.

Os dejo, que me acaban de llamar del taller, que ya está el 206. :) Un rayito de sol por lo menos, mi cochecito.