Otra alegría

Supongo que a la mayoría os costará entender que me ponga contenta por esto, pero ayer, podando las plantas y recogiendo un poco la terraza encontré estas tres semillas de clemátide, en una planta que pensaba que no había llegado a hacer semillas. Estaban las tres por separado y escondiditas entre las semillas inviables, por eso no las vi hasta que podé y revisé todo antes de tirar cosas a la basura. Por los típicos enredos de las clemátides podrían ser de Niobe o de The president, aunque más posible este último, pero las dos son de flor oscura guapísima, y tengo curiosidad de ver qué saldrá de aquí a unos años.

(Si habéis estado atentos a mi ex-blog, sabréis que las semillas de los híbridos de clemátide tardan hasta 2 años en germinar, y además sabréis que me gustaría poder cambiar de casa (...) en el futuro no-sé-si-próximo, así que tampoco tengo prisa para plantarlas).

De joven nunca pensé que llegaría a tener paciencia para una cosa así.