Wednesday, January 17, 2007

Mal carácter y defectos (todo MÍO)

Convivir con la persona de la que te quieres separar, y trabajar en un sitio donde no te aprecian es lo más recomendable para bajar los humos a alguien como yo que tiene una opinión demasiado elevada* de sí mismo.

Lo de la convivencia no hace falta que entre en detalles: resumiendo, hago todo mal, soy una egoísta, y encima, mi despistes llevarán al planeta un día de estos a un holocausto consumista y nuclear, como poco. Esto es de cajón.

Pero en el trabajo...vale ya, no? Lo último ha sido un "ataque" del tío que me estuvo tirando los tejos en verano, y que me cae progresivamente peor día a día. No sólo sospecho que es homófobo (incómodo en un departamento donde los otros dos hombres son gays), sino también me han dicho que ha hablado mal de los payoponis (a mí que no me toquen a los inmigrantes: bienvenidos todos a este país que no es mío tampoco, pero ya ves: como si nacer en un sitio concreto tuviera algún sentido), y ha tenido muchos detallitos a mi juicio desagradables.

Pero como se supone que nos llevamos bien, no reaccioné cuando me criticó que digo tacos (y eso que en el trabajo me corto bastante), criticó que un compañero usa el messenger para ligar durante horas de trabajo, ha criticado (con razón) el funcionamiento completo del departamento, ha criticado a varios compañeros a sus espaldas, y me dicho en quién debería confiar y en quién no, como si fuera mi padre o algo así. Para que luego diga nosé qué de confianzas y tacto.

Creo que he sido bastante tolerante y magnánima (me encanta esa palabra!) con sus comentarios, y hasta fui muy elegante rechazando su invitación este verano a su chalet en la playa.

Así que cuando entré después de las vacaciones y le saludé con un alegre "tú siempre al teléfono!" (que es verdad) no me esperé desde luego que se ofendiera, ni mucho menos que buscara mal rollo criticándome delante de todos los presentes con a) un análisis de algunos de mis defectos personales: falta de tacto, exceso de confianza... y b) un sermoncillo en plan quién-me-creo-que-soy para decirle nada sobre el teléfono, que para llamarle la atención está la jefa de estudios y que yo no soy nadie, etc, etc. Todo salpicado con comentaritos tipo "cada persona es un mundo", y generalidades y tópicos similares que aburren mucho.

No soy una persona que me ofenda muy fácilmente, pero esta vez sí me ha sentado mal. Y se me notó, porque luego me mandó un sms preguntándome si me he cabreado, "corazón de melón".

Le he dicho que sí, pero que tranki, se me pasaría, y he hecho como que ya se me ha pasado.

Porque si lo que me critica es ser demasaido sincera, para qué malgastar la sinceridad en alguien como él. No me dice que tengo que ser más falsa diplomática? Pues "XX", lo seré: me caes mal, pero no lo vas a saber nunca.

Me caes mal por pedante, machista, homófobo, racista, clasista, posiblemente facha, y también por mal compañero, porque no pienses que me he olvidado de cuando te alegraste de que tu amiga P. suspendiera la oposición también. Ah, y tampoco he olvidado las especulaciones y cálculos que te he oído sobre la posibilidad de que otros compañeros consigan la plaza antes que tú. Que espero que lo hagan.

Ah, y que sepas que mi coche será "pequeñito", como dijiste con desprecio un día cuando lo viste en el párking, pero seguro que me quiere mucho más a mí que a ti tu Audi o BMW o Avensis, o cual sea el coche de señor mayor que dijiste que tenías. Viejo! :P

Ah, y también: si piensas que me preocupa que gastes teléfono en el trabajo, también eres idiota: por mí como si lo arrancas de la pared y te lo llevas a casa. Y como si robas todos los libros y quemas el departamento entero. No le tengo ningún apego ni cariño.

Pero como también sé jugar, voy a seguir poniéndote buena cara y haciendo que me caes bien, vale?

Y que sepas (no lo sabes - la miel no es para bla bla bla) que seré bocazas, malhablada y a veces inconsciente, pero además, a parte de no tener ni un pelo de tonta, soy una joya de persona, y tú evidentemente, no.

Ahí queda eso, payaso.






*Muy relativo, eso, eh?

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